sábado, abril 19, 2014

En Domingo de Pascua



Ha despertado Jesús,
reposado del dolor
que ha padecido en la Cruz,
entregado por amor.


Quiso borrar el pecado
con la sangre de sus manos,
sin que hayamos alcanzado
unirnos y ser hermanos.


Es su ejemplo de bondad
el más hermoso acto humano.
Es su inmensa caridad
testimonio que alabamos.


Su Madre, Virgen María,
derramó su amargo llanto
columbrando que su vida
era la de un grande Santo.


Por la justicia abogó,
por la igualdad de los hombres.
Sus creencias profesó
creyendo en Dios, y en su nombre.


Jesús, Cristo nuestro;
hoy te imploramos Señor
porque haya unión en tu pueblo
y que cese el desamor.


Que con tu luz infinita
alumbres siempre el camino
y sea tu imagen bendita 
regente en nuestro destino.


 Leyla Martin. S/fecha (Derechos Reservados ANP)










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