El
Siervo de Dios
Respeto
al decir su nombre
y
al sus manos invocar.
Admiración
por el hombre
y
por su vida ejemplar,
su
vocación de servicio
en
pro de la humanidad,
signada
por sacrificio,
amor,
gran generosidad.
Íntegro,
casto, virtuoso,
sin
pecados ni recelo,
ser
de luz maravilloso;
un
enviado del cielo.
Hoy
llamado El Venerable
por
la fe de un pueblo amable
que
clama su Santidad,
hondamente
conmovido
por
el don de su bondad
y
milagros recibidos,
al
ser por Él bendecido
ante
una calamidad.
Escogió
la Medicina
como
honrosa profesión
a
la que entregó su vida
desde
su buen corazón,
con
constancia desmedida
e
infinita abnegación,
sapiencia
y acción de amor.
De los pobres el Doctor,
es
llamado por la gente
con
profunda devoción,
rogándole
con vehemencia
que
su energía divina,
cual
mágica curación,
atenúe
cualquier dolor
y
colme de salud plena
que
se derrame en torrente
gracias
a su intervención.
Ante
su magnificencia,
con
este tributo humilde,
a
lo que ignora la ciencia
se desea marcar la tilde!
(Como especial ofrenda, con infinita gratitud)
Abril, 2017 - Derechos Reservados -
Leyla Martin - AP
Abril, 2017 - Derechos Reservados -
Leyla Martin - AP