lunes, noviembre 07, 2011

Vigilia

Era una noche bruna
que estremecía el viento,
sin la luz de la luna
ni el sabor de tu acento.

Era una noche fría
sin tu mirar sereno,
sin tener tu alegría
y el ébano de tu pelo.

Era una noche triste
como lo está mi vida,
desde que tú partiste
dejando esta honda herida.


Leyla Martin.  (Derechos Reservados ANP)