En los pozos de agua
de tus infinitos ojos,
se sumergen los antojos
de un sentimiento que fragua.
La luna de luz plateada
baña el altar de los sueños,
confundiendo los empeños
en una azul marejada.
Gozosas se van tejiendo
en doradas pretensiones,
seductoras ilusiones
desde el alma refulgiendo.
Que afloran abriendo el pecho
sin privar algún pudor,
sucumbiendo en el ardor