domingo, febrero 12, 2017

Centenario


*Centenario*

Querida Madre mía,
hoy se cumplen cien años
del aquel remoto día
en que un mundo de engaños
te dio la bienvenida.

Eran tiempos duros;
Eran tiempos de guerra.

Y como todo ángel
que llega desde el cielo,
traías como equipaje
noble y virtuoso anhelo.

Eran tiempos difíciles;
Eran tiempos de guerra.  

Así fuiste creciendo,
tan llena de inocencia
ilusiones tejiendo,
de fútil experiencia.

Eran tiempos arduos;
Eran tiempos de guerra.

Y una nueva batalla
inició en tu país,
con carencia y metralla
del combate civil.

Eran tiempos de angustia;
Eran tiempos de guerra.

Ya habiendo vencido
a tanta desgracia,
sin haber perdido
ni vida, ni casa,
una oscura sombra
envolvió al planeta
dejando una alfombra
de muertes repleta.

Castigó tu tierra
ya tan devastada,
una nueva guerra
que al mundo azotaba.

Emprendiste entonces, dejando tu lecho
una nueva historia.
Muy lejos quedaron tus cosas, tu techo,
añejos deseos, tu pena y tu gloria,

Desandando pasos,
las manos vacías,
mitigando ocasos,
gestando alegrías.

La fuerza del destino
te empujó a otro rumbo,
a un nuevo camino
quizás más fecundo.

Ahora en la maleta
júbilo no había,
llevabas la meta
de la fantasía.

Un futuro incierto
las puertas abría,
con el desconcierto
de lo que ofrecía.

Echaste raíces,
sembraste retoños,
con días felices,
con largo otoños.

Amaste al hogar
que te dio cobijo,
volviste a soñar,
con tu nuevo alijo.

Con faena mucha
tu existencia férrea
continuó la lucha;

Se inició otra guerra...

"Caminante, son tus huellas el camino y nada más. Caminante no hay camino se hace camino al andar. Al andar se hace camino y al volver la vista atrás, se ve la senda que nunca se ha de volver a pisar". Antonio Machado.