Tantos años transcurridos
de amores y de añoranzas,
desengaños que han herido
con dagas de acero el alma.
Mil desencantos vividos,
fe, quimeras y esperanzas,
afectos que se han perdido
entre crepúsculo y alba.
Y pasaron esos años
sin que yo ni imaginara
que había quedado impreso
mi ser en tu fiel recuerdo.
Que aún siendo dos extraños
tu gran corazón guardaba
un sentir profundo preso
como un fuerte estigma eterno.
Que existe un cariño inmenso
desde la nada fraguado,
que es un sentimiento excelso
que el tiempo no ha marchitado.
Los senderos del destino
jamás dejan de asombrarnos
y a la vuelta del camino
hoy volvemos a encontrarnos!
Leyla Martin. 2008. (Derechos Reservados ANP)
