domingo, agosto 05, 2012

Remembranza


Un día cualquiera
del longincuo verano,
sin que tú lo supieras,
ocultos en la manos
me llevé tus suspiros,
dulcemente atrapados.

El corazón he deshojado
y sus pétalos marchitos,
aún conservo guardados
en un cofre escondido.

Hay noches en que intento
juntando las dos cosas,
revivir los momentos
de esas horas gloriosas.

Rociando gota a gota
con lágrimas heladas
las esperanzas rotas,
me encuentra la alborada
acariciando sola
la esencia de las rosas.

Leyla Martin. Julio, 2011. (Derechos Reservados ANP)



1 comentario:

  1. preciosa poesia querida amiga... el amor que nunca se olvida y que, aunque sea a escondidas,
    siempre se quiere guardar en lo más profundo del alma. un saludo.

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